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LOCALIZACIÓN

El CEIP Arcipreste de Hita se encuentra en la localidad de El Espinar, un pueblo de la provincia de Segovia, a 30 km aproximadamente de la capital.

 

NUESTRO MUNICIPIO

El Espinar es un municipio de la provincia de Segovia,con una población de unos 9.749 habitantes.

  • Situado al pie de la Sierra de Guadarrama y atravesado por la carretera nacional N-VI y la autopista AP6 que unen Madrid con La Coruña.Se encuentra situado estratégicamente entre tres provincias (Segovia, Madrid y ávila).
  • En su territorio se localizan las localidades de El Espinar,La Estación, San Rafael, Gudillos, Prados y Los Ángeles de San Rafael.
  • Más datos sobre nuestro municipio haciendo clic aquí
 

HISTORIA (Fuente: www.elespinar.es)

En la oficina de Caja Segovia de El Espinar se puede contemplar este mural que ilustra la historia de la Villa.

El primer vestigio histórico, una punta de lanza encontrada en la zona de “pinarillo” del Caloco, apunta al paso y asentamiento de los romanos en esta zona  en torno al siglo II A.C. Con el correr de los tiempos se llega a la etapa visigoda entre los siglos V y VIII, durante la cual el municipio era conocido con el topónimo de Gudillos; con la posterior ocupación árabe la toponimia se hace mucho mas variada y se conoce al pueblo como Albarrana, Moros, Guadarrama..., entre otros nombres. La repoblación cristiana de la zona se comenzó en 1088 y fue llevada a cabo por Alfonso VI. Hasta aquí llegaron asturianos, cántabros, gallegos y castellanos que construyeron sus viviendas al modo de de los caseríos propios del norte.

Sin embargo, el hito más importante para el municipio en aquellos tiempos aconteció el 8 de junio de 1297, día en que se otorga al municipio de El Espinar, por la ciudad de Segovia, la Carta Puebla. Este documento jurídico sirvió para vertebrar socialmente a los primeros pobladores de la villa y atrajo a muchos pobladores que acudieron animados por los derechos y privilegios que esta Carta otorgaba a su población. En 1317 se dotó al municipio con una nueva Carta que aumentó aún más los límites de El Espinar, el documento fue firmado por Alfonso XI en 1337. Por último, una tercera Carta Puebla, fechada el 7 de septiembre de 1368, aumentó aún más los límites del municipio y consolidó un futuro más que prometedor para la villa de El Espinar.

 

 La trayectoria histórica de El Espinar se centra desde el siglo XIII en los grandes rendimientos que le proporcionan sus montes y dehesas comunales, su ubicación estratégica en el fenómeno de la trashumancia, la madera, la ganadería y la lana merina.

En 1417 el Concejo de Segovia accedió a ampliar los límites del término municipal desde el cerro del Caloco hasta el puerto de Guadarrama por las Rinconadas, sierra de Quintanar, Navahorcados, Gudillos y la Gasca. A partir de 1445 aumentó la seguridad con el aumento de tierras reconquistadas lo que atrajo a varias familias nobles que contribuyeron a la expansión del municipio. Se levantaron así casas en Prados, La Losa, El Caloco y Santo Domingo.


En el año 1626 el Concejo de El Espinar solicitó el título de Villa y se establecieron nuevas normas de convivencia entre los vecinos. Tras varias y prolongadas discusiones el título fue entregado a la villa 30 años mas tarde, en 1659. Durante la restauración borbónica las actividades económicas fueron reactivadas en la zona, sobre todo las relacionadas con el ganado ovino. Según el censo del Marques de la Ensenada, la Villa contaba con 35 palacios durante el siglo XVIII y se llegaban a esquilar más de 74.000 ovejas en los cuatro corrales existentes. A finales también del siglo XVIII se consolidó el paso de la sierra de Guadarrama por el Alto del León lo que propició la construcción de la primitiva Fonda de San Rafael. En torno a esta Fonda se irá consolidando, con el paso de los años, la nueva población de San Rafael.

  A lo largo de todo el siglo XIX los constantes conflictos bélicos, especialmente durante la Guerra de Independencia contra los franceses, provocan la pérdida progresiva de población en el municipio y la consecuente repercusión negativa en la economía espinariega.  La madera y la leña se convertirán definitivamente en el motor de la economía de El Espinar produciéndose a finales de este siglo la primera ordenación forestal. El principal avance tecnológico que se produjo también en este siglo fue la llegada del ferrocarril. La construcción en 1888 de la estación férrea en la zona del Cogorrillo supuso un gran avance en las comunicaciones. En los terrenos colindantes a la Estación férrea se levantó la primera fábrica de maderas en 1901 configurándose a los pocos años el nuevo núcleo de La Estación de El Espinar.

 Ya en el siglo XX, concretamente el 2 de diciembre de 1914 Alfonso XII concedió a la villa el Título de Muy Ilustre por mediación del marqués de Nájera y a petición de Domingo Rodríguez- Arce. El siglo XX también proporcionó al municipio una nueva industria y fuente de ingresos: el turismo. El éxito turístico del pueblo se debe fundamentalmente a sus extraordinarias condiciones naturales, vegetación, pureza del aire… y en gran parte también a las buenas comunicaciones e infraestructuras. Además de todo esto, la importante y variada oferta de actividades culturales, festivas y deportivas que se suceden durante todo el año permite al visitante disfrutar al máximo en cualquier época del año. Con todo, esto el municipio se ha convertido en un importante enclave turístico donde muchas familias han establecido su segunda residencia y otras incluso la primera, desplazándose diariamente a Madrid sólo para trabajar.


 

 HISTORIA DE SAN RAFAEL

San Rafael es el segundo núcleo en población de los tres que componen el municipio de El Espinar. El lugar tiene su origen en la casa de postas que se construyó en 1784 por orden de Carlos III. San Rafael se enclava en la calzada real que unía Madrid con el palacio de la Granja. Este punto estratégico le permitió ir convirtiéndose en un lugar de descanso para diligencias y viajeros que cruzaban la Sierra de Guadarrama por esa zona. 

 La citada casa de postas o fonda tuvo el privilegio de albergar entre otros ilustres personajes a Carlos IV, cuando era aún príncipe de Asturias, e incluso el emperador Napoleón que hizo noche en la fonda el 22 de diciembre de 1808. El trasiego de viajeros era tan grande que se instaló una estafeta de correos y telégrafos y otras construcciones que favorecieron el desarrollo turístico de la zona. La fonda fue hotel, estafeta, Cuartel de la Guardia Civil y posteriormente fue derribado en 1978 abriéndose en su lugar una gran plaza con vistas a la sierra.

Un repunte de violencia protagonizada por bandoleros amenazó la zona a finales del siglo XIX, y  uno de los bandoleros más conocidos, Juan Peña, solía merodear por la zona conocida como Cueva Valiente y sus alrededores, por lo que actualmente algunas de las peñas de la zona llevan su nombre. Con todo, éste fenómeno no llegó a ser una seria amenaza y durante las últimas décadas del siglo XIX y comienzos del XX se produjo un gran crecimiento y desarrollo en San Rafael, permitiendo que familias adineradas de la sociedad madrileña encontraran en este lugar descanso y aire puro que les liberara de la ruidosa capital.

 En torno a la segunda década del siglo XX el lugar era conocido entre los cronistas e historiadores como “colonia veraniega” y cabe citar entre los veraneantes ilustres de la villa a Ramón Menéndez Pidal, Miguel Fleta, el conde de Gamazo, el marques de Cautelar y un largo etcétera de personajes representativos de la vida política, artística y cultural del país en aquella época. San Rafael era conocido por los muchos hoteles que poblaban el lugar y que aún hoy se recuerdan como: Madrid, Español, Amaya, Victoria, Regina, Puerto e Imperio. En los años 30 muchos políticos  republicanos tuvieron casa en San Rafael como Lerroux  y después de la guerra era corriente ver paseando por la calle principal a Ava Gadner o Luís Miguel Dominguín entre otros personajes conocidos.


Actualmente, el viajero que llega por primera vez a San Rafael pasea por la calle principal, repleta de comercios y siempre con mucho bullicio, configurándose por tanto en la columna que vertebra el pueblo. Esta vía continúa la vertiente de la montaña de tal manera que hacia el oriente todas las calles son ascendentes y hacia poniente descendiente con la vista puesta hacia el valle. San Rafael es tranquilo en invierno y bullicioso en verano aunque la Avenida del Alto del León siempre invite al entretenimiento y a las compras sea cual sea la época del año.

 LA ESTACIÓN DE EL ESPINAR

El desarrollo del ferrocarril a finales del siglo XIX se concretó en esta zona en la construcción de la línea Villalba-Segovia. Muchos municipios de la zona solicitaron la construcción de una estación en sus términos. En El Espinar, esta estación se construyó en el barrio del Cogorrillo a iniciativa del Marqués de Perales, Manuel Fernández y Colón, con el fin de agilizar el transporte de la lana producida en el esquileo de la villa. La inauguración de esta línea tuvo lugar el  29 de junio de 1888. La construcción de la estación fue relativamente rápida a pesar de los duros inviernos y las constantes nevadas que bloqueaban el acceso a la zona.

 En torno a la Estación de El Espinar fueron levantándose progresivamente edificios de comerciantes e industriales, lo que favoreció, en gran medida, el desarrollo turístico del municipio. La primera fábrica de maderas se construyó en 1901 y la segunda se abrió en los años 20. En esta época los edificios en torno a la Estación eran unos 26 y el nuevo núcleo de población contaba ya con unos 95 vecinos. Después de la Guerra Civil se abrió en la zona otra tercera fábrica. La industria maderera fue hasta los años 70 el principal sustento de la población que habitaba en la zona. Poco a poco, esta explotación fue en detrimento frente al aumento del turismo, hasta que las fábricas quedaron completamente abandonadas.

Actualmente, el viajero que se acerca a la Estación de El Espinar puede visitar la exposición que alberga la antigua estación de tren donde se conservan objetos relacionados con el oficio de jefe de estación que nos transportan a tiempos lejanos. 

 La mayoría de las viviendas se agrupan en torno a la estación del tren, mientras que frente a los locales que dan a la carretera se forma la plaza del Caño, adornada con una fuente que contiene una escultura de Venancio Blanco.  Junto a las vías del tren, encontramos instalaciones deportivas y recreativas, el quiosco de música y la Asociación Familiar San Antonio. Subiendo la calle donde se ubica el quiosco de música está la iglesia de San Antonio de Padua. Y si siguiéramos esta calle hasta abandonar la población llegaríamos a la zona recreativa de Las Paneras

 LUGARES DE INTERÉS 

AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento de El Espinar fue reconstruido en 1941 tras el importante incendio que sufrió en Julio de 1936, y que destruyó una parte importante de su archivo.

El edificio se sitúa en la plaza de la Constitución, lugar donde dialogan el granito labrado, el hierro fundido de los balcones, el encalado blanco y la teja de barro del ayuntamiento con los pinos, la fuente y las farolas, sintetizando el urbanismo más tradicional de El Espinar.

La edificación del ayuntamiento se enmarca entre dos torres dinteladas que dan equilibrio al conjunto, siendo más alta la de la izquierda, que cuenta con un gran reloj. La entrada se hace a través de tres arcadas de piedra precedidas de escalones.

El Salón Consistorial o de Plenos está coronado por una estructura de madera de pino vista. En este salón se realizan los plenos así como otros actos que van desde la celebración de bodas a la coronación de la Alcaldesa y sus Damas de Honor.

BUNKERS

Desde los primeros días de la Guerra Civil, en la Sierra de Guadarrama se situó uno de los frentes entre ambos bandos. El Alto del León fue tomado por las tropas nacionales el 22 de julio de 1936 y en sus manos se mantuvo hasta el final de la guerra a pesar de las ofensivas republicanas.
En un primer momento se construyeron chabolas, que se fueron convirtiendo poco a poco en posiciones más robustas, pues el frente se mantuvo estable y se dominaba toda la llanura que rodea Madrid. Así, se construyeron en hormigón y rocas observatorios, abrigos y parapetos, además de zonas donde la artillería podía castigar las posiciones enemigas. Tan sólo desde el aire se podía atacar estas posiciones, que aún hoy día podemos observar si paseamos por el Alto del León siguiendo la línea de cumbres por el GR-10.

CONVENTO DE SANTA ISABEL

Hacia 1575, un grupo de vecinas de El Espinar se comprometió a formar un Beaterio de terciarias Franciscanas o Isabelas para oír misa y orar juntas en forma de comunidad. Pero no será hasta 1604, cuando el Papa Pío V mande guardar clausura y ordenar el Convento de Santa Isabel. La historia de este convento está marcada por momentos de gran prosperidad económica, aunque el siglo XIX comienza su declive hasta desaparecer con la Desamortización en 1868.
El conjunto conventual incluía huertas, molinos, aposentos para las beatas, albergue para pobres y peregrinos, y una iglesia barroca construida a finales del siglo XVI. Esta iglesia contaba con un altar mayor plateresco, dos más pequeños en los brazos del crucero, coro, celdas y un bello escudo en su puerta principal que informaba de que allí se ofrecía cobijo para quien lo necesitara. Aún hoy, y pese a su estado de ruina, se conservan algunos restos de las yeserías de su cúpula del siglo XVIII  y el sepulcro de los Condes de Alcolea.

ERMITAS

Nuestro municipio cuenta también con muchas ermitas en honor a Santos y Vírgenes donde sus vecinos muestran su devoción.

Ermita del Carmen (San Rafael)

 

 

Situada en el paraje conocido como Arrollo Mayor a los pies del puerto de los leones, en el Km. 61 de la carretera N-VI, esta ermita fue construida en 1915. 
Es una pequeña ermita edificada en piedra de granito y techumbre de teja a dos aguas que cuenta con un pequeño pórtico de entrada que cobija al visitante.

 Ermita del Cristo del Caloco


A los pies del Cerro del Caloco, en el Km. 70 de la N-VI se encuentra la ermita del Cristo del Caloco. Fue construida en el siglo XVI sobre un antiguo templo románico, y en su interior descansa la venerada imagen del Cristo del Caloco y una imagen barroca de la Inmaculada que fue robada en 1985 y recuperada en 1991.
En las inmediaciones de la ermita aun se conservan restos de una venta y de lo que posiblemente fuera uno de los grandes esquileos de la Mesta junto a la Cañada Soriana.

 Ermita de Nuestra Señora de la Losa

 

 En la zona conocida como “La Rinconadas” se encuentran los restos de la iglesia que había en la antigua aldea de Santa María de la Losa. En el lugar puede verse una iglesia románica cuya construcción podría datar del siglo XIII. Su principal interés reside en que se trata de un templo románico construido con sillares de granito, algo nada frecuente en las iglesias segovianas.

  Ermita de San Isidro (El Espinar)

 

Construida en 1985 la ermita de San Isidro se encuentra ubicada en los llanos de San Pedro.

En ella tiene lugar todos los 15 de mayo la tradicional misa y “romería”, que cuenta con divertidos juegos y para el patrón del Campo.

 

Ermita de Santo Domingo (arco)

 


Situada a escasos kilómetro de El Espinar por la carretera SG 500. esta ermita ha quedado relegada a un simple arco como prueba de su existencia. Fue probablemente, una de las aldeas que circundaba la villa. Su arco data del siglo XVI.

  

  Ermita de La Soledad (El Espinar)

 

Situada en el barrio del mismo nombre en El Espinar junto al “pinarillo”, esta ermita fue construida en granito y puerta de hierro forjado en 1968 sobre la planta de una antigua iglesia probablemente gótica. Bajo su magnífico artesonado de madera alberga las imágenes de Santiago, San Juan, San Pedro la Virgen de la Caridad y por supuesto La Virgen de La Soledad.

  

  ESTACIONES DE TREN


Si bien estas estaciones no disponen de un interés arquitectónico importante, son una parte importante de nuestra historia y fueron un especial motor de desarrollo para nuestro municipio.

El 29 de junio de 1888 se inauguró el trayecto Madrid- Segovia. En 1928 se elaboró el proyecto de electrificación de la línea, pero debido a la guerra no se puso en marcha hasta 1946 cuando los viejos vagones de madera fueron renovados.

Antaño la ruta llegaba hasta Medina del Campo, pero hoy en día por sus vías tan solo corren los trenes rojos que unen Madrid y Segovia.

Entre sus viajeros mas ilustres estaba Machado quien denominó a esta línea el tren de las “Euménides” en referencia a las profesoras que viajaban en él. En sus vagones de madera compuso los versos.

 

 Corre el tren
por sus brillantes rieles,
devorando matorrales,
alcaceles,
terraplenes, pedregales,
pinares, caseríos,
praderas y cardizales,
montes y valles sombríos.

 

La estación de El Espinar fue concluida en 1888 en el lugar denominado el Cogorrillo. Es un edificio de dos plantas y paredes encaladas. Junto a ella descansa una antigua bomba de agua con más de 100 años.

 Actualmente, el viajero que se acerca a la Estación de El Espinar puede visitar la curiosa exposición que alberga la antigua estación de tren que conserva piezas rescatadas del olvido por Eladio Martín, jefe de Estación, y José Luís del Val. En este lugar se exhiben banderines de señalización, faroles de mano, gorras, compostor de billetes, trompetillas, aceiteras de engrase… Estos objetos nos devuelven a tiempos pasados.

La estación de San Rafael fue construida en 1904 gracias a la mediación de Javier Gil Becerril por la necesidad de una comunicación más cómoda con la capital y debido a la demanda de los veraneantes.

El edificio del apeadero es de piedra, alargado, con dos pisos y paredes blancas. El nombre de San Rafael está elaborado con bonitos azulejos azules y amarillos. Las piedras y los pinos colindantes hacen de este apeadero un bello rincón donde parece que se detiene el tiempo.

FUENTES

Es imposible concebir el municipio sin el verdor de sus pinos y sin el sonido del repiqueteo del agua. Repartidas por todo el municipio en formas diversas, algunas como simple manantiales, como pilones, abrevaderos e incluso dedicadas a personajes ilustres, ellas son parte importante de nuestro municipio. Aunque cada vez menos copiosas, las nevadas invernales y los pequeños arroyos hacen que las restricciones de agua sean menores que en otros municipios de provincias colindantes.

Hoy podemos encontrar un buen número de fuentes decorando plazas como la fuente de Venancio Blanco; otras sirven para calmar la sed del viajero como las fuentecillas en la nacional VI o las de la carretera forestal...

Como la lista podría ser interminable, cabe destacar que las fuentes son el tema de una de las más hermosas rutas de senderismo: Caminos de agua.

A través de la carretera forestal que tiene une El Espinar con San Rafael, podrá realizar un paseo donde el agua es el protagonista. El camino es una ruta entre pinos, robles multitud de helechos  y algún que otro arce o acebo. 
La primera fuente que encontramos si empezamos nuestra ruta en El Espinar es la fuente de Las Barrancas (1). Continuando el camino, en el lado izquierdo podremos disfrutar del mirador natural con asientos de piedra desde donde se divisan el pueblo y el cerro del Caloco. La segunda fuente que se nos presenta en este camino es la llamada de Peña Morena (2), cuyo agua es muy preciado en la zona. Siguiendo nuestro camino encontraremos la fuente de la Yedra (3) y la fuente de la Virgen de las Nieves (4) antes de terminar la carretera forestal.

 

       

 

En esta ruta veremos fluir el agua que siempre ha discurrido por nuestro municipio sin problemas, pero ha de hacernos reflexionar sobre la escasez de este bien imprescindible.

HOTELES DE SAN RAFAEL

Al igual que es difícil concebir la Estación de El Espinar con sus casas bajas de muros de piedra o blancos, es complicado hablar de San Rafael y no hablar de los hoteles que le imprimen un carácter especial.
Lugar obligado de veraneo durante principios y mediados del siglo XX, los madrileños mas pudientes llegaban a San Rafael en busca de aire puro, tranquilidad y cercanía a Madrid. 
Llamada la Suiza de la Sierra, a lo largo de San Rafael y escondidos tras grandes arboledas se encuentran un buen número de hoteles o chalets.
Los más antiguos cuentan con grandes jardines, verjas de hierro, construidos en piedra y madera y enredaderas.
No podríamos destacar ninguno de ellos, pues todos tienen parte de encanto, pero por citar alguno citaremos El Robledal, Villa Genoveva construido en 1914 o aquellos que se encuentran subiendo el Puerto de los Leones que son capaces de trasladarnos a otros tiempos.

IGLESIA DE SAN ANTONIO (ESTACION DE EL ESPINAR)

En la carretera que lleva a la Garganta, se encuentra la Iglesia de San Antonio. 
Si bien esta iglesia no tiene grandes riquezas artísticas, cuenta con una importante actividad tanto religiosa como cultural ligada a la asociación familiar San Antonio.
Fue construida en 1940 y una gran escalinata de granito da acceso al templo. En su interior encontramos nada mas entrar el coro sobre tarima de madera y en el altar una gran mesa de mármol y tras ella la custodia. A ambos lados del altar están las figuras de San Antonio y la Virgen del Carmen, en honor a la cual se celebran las fiestas de verano.

  IGLESIA DE SAN EUTROPIO (EL ESPINAR)


La iglesia de San Eutropio tiene una sola nave, planta de cruz latina y dos accesos principales. La portada septentrional esta presidida por San Eutropio (patrón de El Espinar). Cuenta la leyenda que se le apareció a un pastorcillo por estos montes encomendándole la labor de propagar a las gentes del entorno que se formaran un pueblo y edificaran una iglesia, de la cual, el sería el patrón y a su vez contribuiría a que el lugar fuera “muy concurrido y aumentado”. San Eutropio vivió en la ciudad francesa de Saintes en torno al siglo V y fue martirizado hasta su muerte por predicar el cristianismo.

 

 La construcción de la iglesia tiene tres fases bien diferenciadas:

Siglos XIII-XIV: Templo románico destruido casi en su totalidad  por un incendio en 1452.
Siglo XVI: Reconstrucción general en estilo gótico-renacentista, a cargo de Rodrigo Gil de Hontañon.
Siglos XVII-XVIII: De influencia barroca, donde se construyen la actual sacristía, los retablos menores y la portada meridional.


La primera reconstrucción fue llevada a cabo en 1565 por Rodrigo Gil de Hontañón. En esta reconstrucción se lleva a cabo la ejecución de la cabecera, crucero y una primera sacristía. Debido a problemas económicos las obras fueros paralizadas hasta que los parroquianos decidieron colaborar económicamente para reanudar las obras en 1572 a cargo esta vez de, Juan de Herrera y Juan de Mijares, que por ese tiempo dirigían también las obras del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

 En la segunda reconstrucción se lleva a cabo el cuerpo de la nave a una altura mayor que la iglesia primitiva, adaptándola a la cabecera y a los nuevos niveles del crucero. Al mismo tiempo se construyen unos estribos y un corredor exterior sobre los primitivos contrafuertes románicos ganando así altura. El espacio entre los contrafuertes se cerró formando arquerías ciegas que dan mayor resistencia al muro y ofrecen la posibilidad de abrir capillas laterales al interior de la nave. La nave está dividida por arcos fajones a continuación de las pilastras coincidentes con los contrafuertes exteriores.   

La iglesia se identifica con un estilo ecléctico, es decir, una mezcla de varios estilos arquitectónicos, algo fácil de entender si tenemos en cuenta su larga y duradera construcción. Predomina por encima de los demás estilos el llamado Gótico-Renacentista, o Gótico-Tardío. También cabe destacar la influencia innegable del estilo Herreriano o Escurialense impuesto por Felipe II caracterizado por la ausencia de decoración, el predominio de las líneas rectas y austeras y la solemnidad del conjunto. 
En el interior observamos una sola nave longitudinal y ambos lados las ya citadas capillas laterales. El ábside o crucero está coronado por bóvedas de crucería.

Durante el sigo XX se realizan numerosas restauraciones y obras de conservación:

  • En torno a 1945, se rehace el chapitel de la torre, copiando el original.
  • En 1947 se traslada el órgano desde el crucero hasta el coro. Se repararon también ese año vidrieras y carpinterías.
  • En 1953 se reconstruye la portada barroca meridional.
  • En 1965 se repara el suelo del prebisterio y se separa la mesa del altar.
  • En 1970, 1978 y 1982 se realizan obras de consolidación de la cubierta, desagües, suelos…
  • Entre 1988 y 1990 se restaura el altar mayor.

 
El retablo fue realizado en 1565 por Francisco Giralte, discípulo de la escuela de Berruguete. Los estofados de oro son de Santos Petriel y las tablas al óleo pertenecen a Alonso Sánchez Coello, pintor de cámara de Felipe II y uno de los mejores retratistas del siglo XVI.

El retablo configurado en tres calles conjuga a la perfección las líneas clásicas con los adornos platerescos. Las figuras representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, mientras que las tablas se centran en el nacimiento y vida de Jesús. En los laterales encontramos otros dos retablos de menor altura y dimensiones, ambos barrocos y con un estilo churrigueresco claramente marcado.


 Quizás lo que mas llame la atención de las piezas de la iglesia sea su sarga. Su función principal es la de cubrir el retablo durante la Semana Santa, proporcionando al mismo el aspecto penitencial propio de esas fechas. 

La sarga permanece el resto del año enrollada en lo alto del retablo, excepto durante unasemana en la primera quincena de agosto. Sánchez Coello estructuró la pieza en 3 cuerpos delimitados en los laterales por un par de pilastras, con una superposición de órdenes en sus capiteles (dórico, jónico y corintio). 
En el primer cuerpo encontramos el “entierro de cristo”. 
En el segundo “La caída de Jesús camino del calvario” y en el tercero “Cristo en la cruz”.
En el ático encontramos la representación del Padre Eterno con los brazos abiertos y a ambos lados, la Fe y la Caridad representadas como mujeres. 
La sarga mide 15 metros de largo por 5 de ancho y fue pintada sobre cáñamo mediante la técnica del agüazo.

El púlpito fue recientemente restaurado y es una obra maestra del plateresco del siglo XVII, decorado con las figuras de los evangelistas en medio relieve.

El templo cuenta en su haber con numerosas piezas a destacar; Esculturas de Giralte, Trapero Juan de Ávalos , numerosas tallas en nogal de San Eutropio, una Piedad sobre madera de pino de Juan de Juni, un crucifijo en marfil de origen italiano del siglo XV, unos bargueños del siglo XVI con minuciosas escenas pintadas sobre cera, amplia colección de casullas, cinco cobres pintados de origen italiano, un óleo sobre lienzo del Niño Jesús, un crucifijo de Pompeyo Leoni del XVI…

 
Destacamos también el órgano. Excepcional pieza barroca realizada por el maestro Pedro Cavaría a principios del siglo XVIII. Mide más de 15 metros de ancho y 8 de largo y cuenta con más de 1000 tubos de estaño. Durante su traslado en 1947 del crucero al coro sufrió algunos daños que han sido reparados recientemente.

Por último, cabe destacar dos esculturas que están fuera de la iglesia: una imagen enrejada de la Virgen de la Fuencisla, patrona de la ciudad de Segovia, y una piedad vertical de Juan de Avalos que se eleva como una llama entre una gran vegetación.

  
IGLESIA DE SAN RAFAEL

 En 1933 tiene lugar la construcción de la actual Iglesia de San Rafael siguiendo los planos del arquitecto García de Pablos.
Situada en la calle Gil Becerril, destaca por la sobriedad y sencillez de sus  líneas y una total armonía con la arquitectura tradicional de la zona, conjugando el granito, la forja de hierro y el blanco de su fachada.
Es un edificio de una sola nave con crucero que destaca tanto en planta como en alzado a la que se adosan la torre, el baptisterio, la sacristía o las capillas.
La entrada al templo se realiza por los pies de la nave a través de un pórtico sustentado por columnas de granito y cubierto por techumbre pizarra. A su derecha se alza la torre coronada por las campanas y un chapitel también de pizarra.  
Una vez dentro de la Iglesia, encontraremos en un lugar elevado el coro, mientras que un lugar más bajo la puerta enrejada que da acceso al baptisterio y la torre. En el tramo central de la nave, que esta cubierta por una bóveda de medio punto decorada con grandes casetones, aparecen dos capillas, una de ellas dedicada a la Inmaculada y otra a Cristo Crucificado. 
Continuando nuestro paseo, llegaremos al crucero con una cubierta a cuatro aguas de listones de madera. En el brazo derecho del crucero encontraremos la talla de madera de San Rafael Arcángel, patrón de la localidad y a quien esta consagrada esta iglesia. El brazo izquierdo cuenta con un pequeño retablo de inspiración barroca dedicado al Santísimo Sacramento, y la puerta de acceso a la sacristía.
La cabecera, con testero recto de granito, aparece como un espacio casi insignificante debido a su desproporción con respecto al crucero. Aquí se encuentra el altar o retablo barroco que fue donado por un veraneante y que cobija la talla de Cristo Crucificado y la Caja del Santísimo Sacramento.

LA CORREDERA

La Plaza del la Corredera ha sido a lo largo de los años el lugar de reunión de niños y mayores y el mejor ejemplo de plaza de pueblo. Sus castaños de indias, plantados hacia finales del siglo XIX son todos los días testigos del trasiego matutino de los que hacen la compra diaria monedero en mano, de los juegos y algarabía de los niños y de las charlas sin prisa de lo humano y lo divino.

Su nombre deriva del uso de esta plaza de correr y aleancear toros e incluso se celebraba en ella el baile del teo, de donde nos llegó el apodo de “ahumaos” a todos los espinariegos. Hoy es escenario de verbenas, juegos, terrazas en verano y centro de reunión de los espinariegos.
Es una plaza grande, rectangular y rodeada de castaños y bancos de piedra. Su centro lo ocupa un quiosco de música diseñado por Santiago Jalvo Ruiz en 1954. Este quiosco es octogonal, con ocho columnas de hierro y cubierta de pizarra. En ella también se encuentra la escultura que el pueblo de El Espinar dedico en 1990 a su banda de música que tantos buenos ratos nos ha ofrecido desde este quiosco.

LA PANERA

La Panera es un área recreativa situada a pocos kilómetros de la Estación del Espinar, junto al río Moros. Es un lugar habilitado para el recreo y esparcimiento del visitante, donde éste puede disfrutar del la naturaleza y escapar de los humos de la ciudad; aunque no del humo de las barbacoas.  

La zona esta equipada con piscinas, aseos, quioscos de bebidas, campo de fútbol, bancos y barbacoas. Recibe más de 3500 visitantes cada fin de semana, y su gestión pertenece a la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia.

Muy cerca de la Panera se encuentra la Venta del Cornejo, famosa por lo textos descritos en el libro del Buen Amor.

  LOS PALACIOS

Antes de todo hay que pensar que El Espinar contaba en el siglo XVIII con un total de 35 palacios censados según el Catastro de Ensenada que puede hacernos a la idea de la importancia con la que contaba la Villa derivada de la actividad de la Mesta.

Palacio de Juan Vázquez

 En la calle Abundio García, frente al colegio que fue parvulario de los Jesuitas fundado en 1891, se encuentran los restos de este palacio que perteneció a Juan Vázquez Molina, regidor de Segovia, procurador a Cortes y secretario de Felipe II. 

Su papel en la guerra de las Comunidades fue crucial. Combatió a las tropas de de “Los Comuneros” que según las crónicas contaba con 3.400 infantes y 300 jinetes cuando se aproximaban a El Espinar. Fue entonces cuando saquearon las casas de los nobles e incendiaron la de Juan Vázquez, impregnándola de sal para quejarse por la subida de impuestos gravada ésta.

Este palacio, hoy edificio de Hermandades del Trabajo y conocido como “Betania”, goza de un precioso patio ajardinado con bancos de piedra y pozo con brocal de granito. La fachada de granito es la portada del antiguo palacio y cuenta con el escudo del procurador en piedra.

Palacio del Marqués de Arco

En realidad poco o nada queda de este palacio perteneciente a una familia de la nobleza que acompañó en su séquito a Felipe II. Fue derruido a mediados del siglo XX y los materiales se utilizaron para construir lo que fue el “centro de Higiene y Salud”.

Palacio de Riguerza

Muy cerca de la plaza de la Corredera, al comienzo de la calle Segovia, se encuentra la entrada y el escudo del Palacio de Riguerza. Este escudo fue picado por el Concejo de El Espinar al negarse su propietario a pagar los impuestos pertinentes por su condición de hidalgo.

Palacio de los Marqueses de Perales

 Este palacio representa la gran importancia que tuvo el esquileo de ovejas merinas en El Espinar durante el siglo XVII. El Espinar era entonces parada obligada en la cañada Soriana para aligerar a los animales de su carga y hace más fresca su estancia en Extremadura y La Mancha.

La llegada de la época del esquileo a los pueblos serranos era todo un acontecimiento. Sólo debemos recordar que de las 74.000 ovejas que se esquilaban en el siglo XVII en el pueblo, mas de un tercio eran esquiladas en los corrales del palacio del Marques de Perales.

Los opulentos dueños de los rebaños se trasladaban con su familia a los palacios donde colgaban sus blasones cuyo ejemplo tenemos en este palacio. Hubo incluso un corredor de madera sobre el patio desde donde se presenciaba la tarea al tiempo que se esquilaban las ovejas.

Este palacio fue construido en 1728 como casa solariega y esquileo por doña Antonia Velasco, primera marquesa de Perales. Conserva sus dos entradas principales, dos hermosas portadas neoclásicas en relieve coronadas por el escudo nobiliario de la casa y por la cruz de Calatrava. Este palacio está catalogado como Bien de Interés Cultural. 

Como dato curioso podemos decir que fue habilitado como Ayuntamiento durante la guerra civil.

PARQUE MUNICIPAL


El Parque Municipal Cipriano Geromini fue construido en 1915. Está cerrado por una tapia de piedra y alberga cedros, plátanos de sombra, chopos, arces y por supuesto pinos. Este  remanso de tranquilidad se completa con el ruido del viento entre los pinos, las ardillas jugueteando, las praderas, las fuentes y los bancos de piedra.
Las dos entradas principales están comunicadas por un paseo central en cuyo centro se encuentra un pequeño estanque o fuente.

  PEÑA LA CASA Y LAS BARRANCAS

 Peña la Casa y las Barrancas son, junto a la Panera, dos de los entornos naturales más conocidos y visitados del municipio.

A Peña la Casa se accede a través de la pista forestal. Muy cerca del primer paso canadiense desde El Espinar accedemos a la derecha hacia un camino de arena donde pasamos  por los depósitos del agua y tomamos el camino definitivo hasta el refugio de Peña la Casa. Algo mas arriba, desde la misma peña, disfrutaremos de una preciosa vista de todo el valle. 

La bajada se hace girando a la izquierda en la primera vereda que encontramos hasta la fuente de las Barrancas y llegada de nuevo hasta la pista forestal.
En cuanto a las Barrancas es muy fácil llegar. Simplemente habremos de continuar la pista forestal y llegaremos a ella sin problemas.

  PLAZA DE TOROS

 La plaza de toros de El Espinar fue construida en 1948 bajo el proyecto de Luís Aranguren sobre el solar donde estaba situada la antigua plaza de toros. Pero no es hasta el 3 de Septiembre de 1949 que tuvo lugar su inauguración. Ese mismo día se lidiaron toros de la ganadería de Villagodio para los diestros: Luís Miguel Dominguín, Pepe Dominguín y Paquito Muñoz. La localidad más barata fue de 35 pesetas y la más cara de 150 pesetas.
Hoy en día habitualmente el 15 de agosto, se celebra la corrida del Día de la Virgen, con las mejores figuras del escalafón.
Pero la plaza de toros no sólo es escenario de corridas de toros o novillos, sino también es el lugar de ensayo de la escuela de tauromaquia de El Espinar, en ella se celebra el “cine de verano”, el concierto de las teas o el tradicional baile del Teo.


RINCON DE LA FUENTE DEL ALTOZANO

 Esta pequeña plaza es uno de los rincones mas pintorescos y esta cargado de un encanto especial para aquellos que han sido quintos en El Espinar.
Situada  en la calle del trozo, muy cerca de la plaza del Altozano, desde ella parten cada miércoles de fiestas los quintos y sus “manolas” hacia la plaza de toros. 
Es un bello rincón típicamente castellano con balaustrada de madera y bonitas flores en sus numerosas macetas. También hay que destacar su fuente de granito y dos caños, que antiguamente estaba situada en la cercana plaza del altozano.


LA TORRE DE LA CIGÜEÑA

Junto a la estación de tren están las ruinas del aserradero de madera está la torre de la cigüeña. Antigua chimenea del aserradero que convertía los pinos de la Garganta en tablones, hoy alberga el nido de alguna cigüeña de esas que vienen antes de San Blas. La torre data de 1901, como se puede ver en ella y que hoy se conserva como monumento local.

 

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